estimulos

Como individuos estamos expuestos constantemente a miles de imágenes que invaden los espacios donde nos encontramos, con mensajes visuales que hacen de nuestro entorno un medio saturado de comerciales, fotografías, logos y copys. Según estudios técnicos mundiales realizados por varias agencias de investigación de mercados, una persona es impactada en promedio 3000 veces diariamente por diferentes anuncios publicitarios, de los cuales tan solo puede recordar el 12%, esto hace que las campañas sean poco recordadas y la mayoría de avisos pasen a ser desapercibidos.

Al consultar sobre qué tan receptivas pueden llegar a ser las personas frente a la publicidad en su teléfono móvil, nos encontramos que una de cada tres personas jóvenes les molesta ver avisos y de las otras dos, solo la mitad puede llegar a darle clic a un banner si realmente le interesa el producto pautado.

Los mensajes publicitarios se han vuelto tan invasivos, que nosotros mismos nos hemos convertido en un medio para mostrar las marcas, donde por ejemplo a través de las redes sociales como Snapchat o en las historias de Instagram se ha venido incrementando una especie de product placement, donde las personas muestran sus nuevos regalos o adquisiciones. Por lo general las marcas de celulares, comida rápida, bares, restaurantes, gimnasios y marcas deportivas, son las que tienen más cabida de forma natural en este tipo de publicaciones.

Contaminacion

Así mismo al igual que pasa con las imágenes, nuestra cotidianidad está impregnada de innumerables sonidos publicitarios que hacen parte del día a día. Desde  cuñas en la radio y plataformas digitales, hasta carros valla, vendedores de frutas, almuerzos y demás productos que llegan hasta nuestros barrios, parques y plazas de mercado. Todo esto hace parte de un mundo de experiencias que llevamos en nuestra memoria y que tal vez no sabíamos que existían.

Sin embargo, es tanta la saturación de estímulos a los que estamos expuestos constantemente, que nos hemos enceguecido y ensordecido frente a esto, a tal punto que en la actualidad nada de esto logra cautivar nuestra atención. Ya no tenemos la misma sensación cuando vimos por primera vez un hermoso atardecer, así esto se repita infinidad de veces o la canción que tanto nos gustaba deja de ser atractiva cuando la oímos una y otra vez. Por eso los estrategas de marketing y publicidad que se encargaron de llamar la atención del as personas a través de la vista y los oídos, ahora se esfuerzan en direccionar su comunicación hacia experiencias sensoriales diferentes, que impacten los 5 sentidos o que tengan una atención focalizada hacia el tacto o el olfato para lograr mejores resultados.

Los humanos recordamos 5% lo que vemos, 2% lo que oímos, 15 lo que saboreamos y 35% lo que olemos ¿Tu marca cómo va a sobresalir entre la saturación publicitaria?


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